Restaurante La Venta, Cuenca

El protocolo a seguir en las comidas o cenas de Navidad en restaurantes

La Navidad trae consigo una de las citas anuales ineludibles para la mayoría de los españoles: las comidas y las cenas de Navidad. El teléfono de los restaurantes de todas las ciudades y municipios de España no deja de sonar una vez que se acerca la llegada de estas fechas. Llamadas en las que al otro lado el interlocutor solicita información sobre los menús especiales de Navidad, su precio y la disponibilidad de comer o cenar en el restaurante en el día y la hora deseados. Los fogones trabajando sin descanso, las mesas repletas de comensales… pero ¿conocemos las pautas básicas de protocolo en las comidas y cenas de Navidad? Puede que si estamos en familia o en un ambiente de extrema confianza, el protocolo os resulte pura parafernalia, pero en otro tipo de ambientes, como puede ser una comida de empresa ante el jefe o responsable de la compañía, conocer las normas básicas de protocolo puede ser muy útil. En este post vamos a enumerar el protocolo a seguir en las comidas y cenas de Navidad en restaurantes.

- Intentar centrar toda la atención y nuestros 5 sentidos en el encuentro en cuestión. Evitar el uso de teléfonos móviles o dispositivos que denoten desinterés, aburrimiento o falta de cortesía.

- Los psicólogos y expertos en relaciones sociales recomiendan evitar durante las comidas o cenas de Navidad sacar a relucir ciertos temas de conversación que puedan generar polémica e incluso acabar en discusiones innecesarias. Preguntar por la situación amorosa o laboral a alguno de los comensales puede provocar ofensas o enfados que crispen el ambiente entre los presentes.

- No olvidar que el alcohol puede ser muy traicionero si excedemos el consumo mínimo y responsable, sobre todo cuando se trata de comidas de empresa, en las que es habitual que estén presentes los jefes y superiores de la compañía. Uno de los efectos del alcohol es la desinhibición, que puede provocar que “bajemos la guardia” y hagamos o digamos cosas de las que podamos arrepentirnos durante mucho tiempo.

- Evitar que el encuentro se convierta en una rutinaria reunión de empresa. Las comidas de empresa son una oportunidad para conocer un poco más y disfrutar de los compañeros con los que convivimos a diario en un ambiente de trabajo en ocasiones estresante y laborioso. Por ello, es recomendable que se aprovechen las cenas o comidas de Navidad para hablar de aquello de lo que no se puede hablar en el día a día por falta de tiempo, evitando sacar temas de conversación relacionados con el trabajo. La idea es desconectar y disfrutar de la quedada.

Unas recomendaciones que, aunque a veces nos resulten demasiado obvias o evidentes, no siempre nos acordamos de llevarlas a la práctica cuando llega la hora de la verdad, el momento de sentarnos alrededor de la mesa con aquellas personas con las que, de una u otra forma, hemos compartido el año que se acaba.

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